EL MIEDO AL FRACASO

02.03.2023

El miedo al fracaso está presente en la vida de muchísimas personas y en su día a día. Se trata de un miedo extremo e irracional a fracasar o a cometer errores.

Se pueden dar dos tipos de respuesta:

La evitación: la persona evita todas las situaciones que impliquen actividades en las que se pueda producir un fracaso.

La sobrecompensación: en la que hay un sobreesfuerzo y se dejan de lado otras cosas importantes de la vida. Está muy relacionado con la autoexigencia y el perfeccionismo.

Se puede hablar de tres etapas:

Cuando se presenta la situación y se realiza una valoración.

La anticipación de las consecuencias, que suelen ser negativas

El resultado, que es la evitación o la sobrecompensación.

En nuestra sociedad se asocia que el tener éxito o el fracaso, es lo que nos define como personas y que cuando fracasamos en algo somos unos fracasados y esto es algo muy simplificado respecto a la visión de la persona. No fracasamos en todo ni tenemos éxito en todo.

Entre las causas encontramos:

La vergüenza de cara a los demás y a que se burlen, con lo cual la persona no lo intenta. La aversión al riesgo.

El coste que pueda significar arriesgarse, como el tiempo y el esfuerzo y que no salga bien.

El perfeccionismo

La falta de confianza en uno mismo

El fracaso se asocia muchas veces a que es lo mismo que cometer errores y realmente los errores son los que nos permiten mejorar y sacar lo mejor de nosotros. El fracaso solo existe cuando no se intenta nada.

Por eso ante el miedo al fracaso debemos no solo focalizarnos en los resultados sino en el proceso. Si establecemos metas realistas y se considera el fracaso como una oportunidad de aprendizaje, podremos seguir intentando conseguir todo lo que queremos y lo que soñamos. Es muy importante entender que no tenemos que hacer todo bien a la primera, que lo más importante es tener la capacidad para intentarlo una y otra vez o valorar todas las opciones que sean necesarias y desarrollar una tolerancia a la frustración.

El miedo al fracaso nos impide conseguir nuestras metas, nos genera malestar porque no intentamos las cosas o creemos que no podremos.

Por esto a pesar de que todos queremos conseguir el resultado que esperamos cuando hacemos algo, debemos entender que, aunque no tengamos el resultado esperado el haberlo intentado ya se debe considerar un éxito y a partir de los resultados valorar qué opciones tenemos para continuar avanzando hacia nuestras metas.

Carolina Alvarez Patiño